El paciente B se abotona la camisa. Mientras su mano derecha coloca
los botones en los ojales, descubre horrorizado que su mano izquierda
lleva un rato luchando por hacer lo contrario. Desde hace unos minutos,
una mano abotona mientras la otra se dedica a deshacer el trabajo. No
es una pesadilla, es una alteración conocida como síndrome de la mano ajena, bien documentada por los neurólogos desde hace años.
En la casuística hospitalaria
es frecuente encontrar pacientes cuyas manos luchan literalmente “la
una contra la otra”. Una mujer capaz de estar diez minutos peleando
consigo misma por coger un sobre, un hombre que trata de pagar y cuya
mano izquierda vuelve a guardar el dinero cada vez que lo pone en el
mostrador, o un paciente que intenta abrir el periódico con la mano
derecha mientras la izquierda se lo cierra.
Con estos
síntomas, no es extraño que los afectados lleguen a pensar que son
víctimas de una extraña posesión demoníaca. Pero existe una explicación
física para lo que les sucede, y está en el cerebro.
La causa está en los daños producidos en una zona conocida como cuerpo calloso.
Una alteración seria en este haz de fibras que conecta ambos
hemisferios cerebrales, produce una falta de comunicación y una especie
de división de la conciencia: las dos mitades no se pasan los datos y
el paciente llega a actuar funcionalmente como una persona con dos
cerebros.
En algunas pruebas realizadas en laboratorio, se
tapan los ojos del paciente y se le dan objetos para reconocer con las
manos. Aunque el sujeto es capaz de reconocer perfectamente el número
cinco con su mano derecha, por ejemplo, cuando se le pide que anote el
resultado con la izquierda, se muestra incapaz de apuntar el número
correcto.
La mayoría de estos pacientes han sido sometidos a una operación para
tratar la epilepsia, consistente en separar los dos hemisferios
cerebrales cortando el haz de nervios que los mantiene unidos. Como
explica Javier Sampedro en Deconstruyendo a Darwin,
esta operación se puso de moda en la primera mitad del siglo XX para
los casos graves de la enfermedad. Aunque “los individuos que salían de
esta intervención parecían normales a todos los efectos”, un análisis
más profundo llevó a descubrir que algo había cambiado en lo referente
a su conciencia.
“J.D. Holtzman y M.S. Gazzaniga”, escribe Sampedro, “analizaron en 1985
a varias personas que habían sido sometidas a esa operación. Le
mostraron simultáneamente dos problemas visuales que tenían que
resolver: un problema a su ojo izquierdo y otro a su ojo derecho. En
estas condiciones muy artificiales, cada hemisferio cerebral sólo
percibe uno de los problemas. Lo increíble es que los pacientes no
tuvieron problema en resolver los dos problemas a la vez. Algo que no
podría hacer una persona normal. En una persona con los dos hemisferios
conectados por el cuerpo calloso, la consciencia es única y no puede
enfrentarse a dos problemas visuales simultáneos. Pero en los pacientes
con el cuerpo calloso seccionado, cada hemisferio forma una serie de
estados de consciencia independientes”.
En otras palabras, los pacientes son capaces de tener dos conciencias a la vez, “y no estar locos”.
Guillermo me mandó el enlace a éste texto hace algunos días y ya que no dispongo últimamente de mucho tiempo libre, pretendía postergar el comentario del mismo, pero ha caído en mis manos hoy un caso clínico de la Universidad Jaume I en el que se dice que el síndrome de la mano ajena es una alteración neurológica muy poco frecuente dada la especificidad de la lesión que subyace al síndrome. Hay dos tipos: el tipo calloso que se presenta cuando las lesiones se sitúan en la zona del cuerpo calloso, afectando al miembro no dominante, es decir al derecho si somos zurdos y a la inversa. El otro tipo es la mano ajena de tipo fronto-calloso que se presenta cuando la lesión se sitúa en el hemisferio izquierdo y afecta a las siguientes áreas: área motora suplementaria, cingulado anterior, cortex prefrontal medial, y parte del cuerpo calloso anterior. Afecta al miembro dominante.A pesar de que me interesa toda la información neurológica que en ese estudio aparece a lo que quería hacer referencia es a los posibles tratamientos y la cuestión es que tanto en ese estudio clínico como en algunos otros que he estado mirando no hacen alusión a un tratamiento y en los casos que lo hacen, comentan que no hay demasiados avances en ese sentido, aunque los síntomas al igual que en algunos casos de Parkinson, pueden ser reducidos ocupando la mano ajena con alguna tarea, por ejemplo sosteniendo con ella algún objeto.
ResponderEliminarMuy buen artículo Esther. Había escuchado algo sobre esa dolencía pero nada tan bien explicado. Incluso hay una peli que trata del tema aunque en un sentido ciertamente macabro: \'El diablo metió la mano\' http://www.filmaffinity.com/es/film462523.htmlSin duda lo más interesante de la peli es que la prota femenina es Jessica Alba.
ResponderEliminarMuchas gracias Juanjo... A pesar de que el artículo no es mío ni tampoco la pericia de haberlo encontrado... Pero si la idea de publicarlo!! :P ¡Jijijijiji! (No me hagas mucho caso, tanto estudio me tiene trastornada) A ver si te animas a llenar de artículos el tuyo, que hecho de menos leerte!! Un beso!
ResponderEliminarMuy chulo el articulo! :PEn relación a los posibles tratamientos, la solución ideal es la regeneración de los tejidos dañados. En el caso del tejido nervioso y en concreto del cerebro, resulta imposible el trasplante del órgano pero no su regeneración a partir de inyecciones de células madre directamente en la zona de la lesión. Al parecer ya hay experimentos alentadores con humanos enfermos de Parkinson y se ha llegado a regenerar por completo una medula espinal seccionada en roedores por esta técnica, llegando a recuperar totalmente la capacidad locomotriz en los miembros afectados.Un beso!
ResponderEliminarHas visto que artículo más bueno Guillermo?? Jijijijiji!En cuanto a esos tratamientos de los que hablas... Algo he leído pero hablan mucho del Parkinson y a pesar de que muchos de los síntomas son parecidos, neurológicamente son enfermedades distintas y como bien dices muchos de esos tratamientos son experimentales.El síndrome de la mano ajena es un síndrome que se puede dar incluso por un trauma, por tanto, en según que casos el tratamiento debe ser distinto... La verdad es que es un tema mucho más interesante de lo que parecía. Gracias por el artículo!! ;)
ResponderEliminarEs chulisimo! jajajajaja :PEn ambas afecciones se produce un daño neuronal. El Parkinson de por si es una enfermedd neurodegenerativa que va matando neuronas, y en el caso del sindrome de la mano ajena (SMA para resumir) hay una separacion entre ambos hemisferios, por lo que hay una carencia de neuronas en mitad del cuerpo calloso. Da igual que sea por una operacion en la que se han separado ambos hemisperios o un accidente que tenga como resultado lo mismo.La utilización de celulas madre directamente inyectadas en la region cerebral que ha perdido neuronas es produciría la diferenciacion en neuronas de estas celulas madre, de modo que compense la perdida anterior. El efecto seria el mismo, tanto para el parkinson, como para el SMA, como para una paraplegia producida por la seccion de la medula espinal...Lo interesante de este tratamiento es que las nuevas celulas diferenciadas a partir de las celulas madre parecen ordenarse de forma inteligente. En el caso del raton con la medula seccionada simplemente se inyectó en la zona una cantidad de celulas madre, estas se diferenciaron y organizaron hasta unir las dos partes de la medula, pero de una forma organizada! de modo que en pocos dias el cerebro podía enviar una señal de movimiento a la pata y esta acababa correctamente en el músculo correcto. Es como cortar un manojo de cables, tirar unos cuantos al lugar del corte y que estos se interconectaran solos correctamente...
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