lunes, 13 de abril de 2009

"Si, señores, siempre sabemos cuando quieren llevarnos a la cama" ESTHER BALAC



Son predecibles, pero creen que no nos damos cuenta. Me refiero a los hombres y a su actuar cuando quieren ir a la cama.



Juran que sus frases y actos son un culto a la originalidad, aun cuando todas sabemos que no son más que improntas masculinas colectivas, conectadas a la planta baja de su cuerpo.


Solo ellos se creen el socorrido "te amo" dicho a media jornada de habernos conocido, que por lo general no es otra cosa que el reflejo de un impulso hormonal. Es patético, señores, el insulso "eres la mujer que siempre quise tener a mi lado", con el que pretenden meternos bajo sus sábanas apenas unas horas después de conocernos.


Los sensores femeninos también perciben este propósito cuando el galán gasta en tragos toda una noche, mientras nos jura y rejura que nunca había sentido algo parecido por nadie y que el tiempo fue injusto con él, porque no le permitió conocernos antes.


Son capaces, en cumplimiento de ese objetivo, de cualquier cosa: esperarnos sin cansarse, visitar sin remilgos a nuestras mamás, aguantar sin chistar a nuestras amigas ruidosas y fingir que no se molestan cuando les pedimos que nos acompañen a comprar zapatos. Eso, mis niñas, no lo hacen gratis; siempre esperan una recompensa.


Que tire la primera piedra aquel que no haya echado mano de esta manida advertencia: "Tranquila, no va a pasar nada que no quieras", cuando, a punto de estallar, solo quieren que pase lo que ellos quieren. Señores, ahórrense esta bobada y entiendan que, desde los tiempos de Adán, cuando ustedes pronuncian la frasecita nosotras ya tenemos la sartén bien agarrada por el mango; mejor dicho, a esas alturas ya sabemos de sobra lo que puede pasar.


El "¿te duele?" es otra estupidez, no importa el tono en el que pregunten. Cuando la testosterona está en su punto, cumple con su función y eso no incluye preocuparse por el dolor de la humanidad y menos al borde de la cama.


Insisto: son tan predecibles. No crean, eso sí, que todo nos molesta; a veces es divertido verlos esforzarse para procurarse ese polvo que nosotras ya sabemos que tendrán o que nunca lograrán, así muevan cielo y tierra. Hasta luego.

ESTHER BALAC
ESPECIAL PARA EL TIEMPO

2 comentarios:

  1. Bueno…, estoo…, que yo pasaba por aquí y poco más me atrevo a decir sin que se me vaya a acusar de querer llevarme a alguien a la cama… ¡Qué radical! Es cierto que todos hacemos siempre algo por algo, aunque nos cueste horrores reconocerlo, aunque seamos inconscientes de ello… pero de ahí a decir que TODO lo hacemos por irnos a la cama con alguien, creo que va un cacho. Y bueno, al fin y al cabo me consuela pensar que todo lo dicho aquí también se puede aplicar justo al revés, pero sustituyendo donde pone ‘llevar a la cama’ por el no menos terrible: ‘llevar al altar’.

    ResponderEliminar
  2. Daniel Dussan Guzman16 de marzo de 2011, 1:44

    Apreciada Dra. Esther Balac quisiera hacer algunos comentarios a propósito de su columna de los domingos en el tiempo.

    Cómo hacer para que una relación dure más de cien años

    Una relación de pareja se soporta sobre dos grandes ´´ columnas´ l) VIDA ECONOMICA Y2) VIDA SEXUAL. En estos dos conceptos cave toda la vida conyuga

    Se debe remplazar la cultura de la mentira por la cultura de la verdad. En lugar de ocultar nuestro pasado, hombres y mujeres deben llegar a
    L mutuo acuerdo de contarse todo el pasado con el más mínimo detalle de experiencias pasadas. El objetivo es despertar la parte sicológica delo de ambos llamada EROTISMO
    El erotismo es el elemento más importante de la vida en pareja. Desafortunadamente no se le da la importancia que tiene. Esta es la razón por la cual se hacen tantos elogios favorables de la concubina o la otra.
    La pareja, de mutuo acuerdo, debe explorar este tema por ejemplo, comentar películas verdaderas o inventadas, una llamada telefónica
    , diaria de la mujer recordándole al barón que qué la señora EVA les hará visita

    A indica que lo está esperando con el vestido de para. El no resistiría semejante invitación, incluso despreciaría la invitacio9n de sus amigos a tomar unas copas, ver un partido de futbol etc.

    Acostumbrarse a narrar experiencias con el anterior pareja, es penetrar el campo de la verdad. Lo demás es permanecer en la mentira cómplice. Cuando la mujer ha tenido experiencias con otros hombres, no tiene por qué avergonzarse, igual le sucede al varón

    Las estadísticas en materia sexual en general son mentirosas, así por ejemplo, se le pregunta a un millón de hombres, que es lo primero que les miran a las mujeres y ellos responden, mentirosamente que los ojos, el pelo, las orejas etc. respuesta que más corresponde a vergüenza que a la verdad. Igual sucede con las mujeres. En verdad todos los hombres entre ceja y ceja llevamos a VENUS, es lo primero que les miramos a las mujeres. Como lo hacemos?
    Instinto natural. Las mujeres son selectivas, como vivimos en una economía de consumo, ellas escogen el que más les ofrece seguridad. Es posible que a un hombre le guste una indigente y la escoja como compañera después de arreglarla para sí. Lo que no es posible es que una dama adinerada se fije en un gamín(a) no ser que ese gamín se haya trasformado en el CORDOBEZ, el torero.

    Las anteriores inquietudes, en mayor extensión me gustaría discutirlas, con fundamento en experiencias adquiridas en estrados judiciales

    ResponderEliminar