sábado, 25 de abril de 2009
Heureuse fierté
viernes, 24 de abril de 2009
Silencio por Mallarmé

1923, el escritor mexicano Alfonso Reyes reunió a un grupo de amigos en
el Real Jardín Botánico CSIC de Madrid con la excusa de homenajear a
Stéphane Mallarmé. La tarde del 11 de septiembre, Ortega y Gasset,
Antonio Marichalar, Eugeni D’Ors, José Bergamín, Enrique Díez-Canedo,
Mauricio Bacarisse, José Moreno Villa y Juan Ramón Jiménez acudieron a
la cita y siguieron las instrucciones de Reyes: sentarse durante cinco minutos en algún lugar de este Jardín y, a continuación, escribir qué habían pensado durante ese tiempo;
obviamente, a casi ninguno de ellos se le pasó por la cabeza Mallarmé
en este ejercicio de escritura automática que hoy os proponemos como
forma de homenajear el silencio, la reflexión y la escritura durante el Día del Libro.
(...) Nosotros os proponemos que tú 'silencio' aparezca..."
El canto de los pájaros como música de fondo y este apacible lugar, no necesito nada más para disfrutar de un precioso día de primavera como este.
Me encanta el Jardín Botánico y sobretodo la zona de la huerta, siempre termino sentándome delante del 'cercis siliquetrum', el árbol del amor le llaman. Es curioso, nunca me había fijado en el nombre del árbol y precisamente hoy, después de una semana de intercambios de impresiones sobre el amor, el desamor y el miedo, me ha dado por fijarme en el nombre.
¿Por qué será que el amor es algo sobre lo que todo el mundo tiene algo que decir?
Cuando he llegado al Jardín Botánico y me han propuesto buscar mi lugar favorito y en cinco minutos pensar en algo y escribirlo de forma automática, me ha parecido una genial idea. Es algo que jamás había hecho, cuando escribo algo suelo meditarlo, pero es una actividad que recomiendo. Te tomas cinco minutos y escribes lo que piensas en ese instante. Realmente gratificante a pesar de que lo que escribas sea mejor o peor.
jueves, 23 de abril de 2009
La Diada de Sant Jordi
La Leyenda
El 23 de Abril es fecha que siempre ha estado ligada, directa o indirectamente, a la
literatura y las tradiciones populares.
Los caballeros catalanes que partieron hacia el Oriente no se debieron imaginar la
repercusión que tendrían sus relatos sobre el culto a un santo local: Sant Jordi.
Posteriormente este relato se "adaptaría" a la tradición medieval de
caballeros luchando contra el mal.
La leyenda que surgió es de sobras conocida: Santo Jordi lucha contra el malvado dragón
que mantiene retenida a la princesa. Finalmente, Sant Jordi vence y en el lugar donde el
dragón derrama su sangre crece un rosal como signo de amor y amistad.
Pero lo que definitivamente ha empujado a la importancia de ese día ha sido que ahora se
ha considerado como "Día Internacional del libro".
El papel de la "Renaixença" en la resurrección de los "Jocs
Florals"
Se puede decir que el período de la "Renaixença" apareció en Cataluña como
movimiento reivindicativo. Gracias a la insistencia de Antoni de Bofarull y otros,
resucitaron los juegos florales en Cataluña en el año 1859. Fue a partir de entonces
cuando empezaron a aparecer nuevos autores e ideólogos y aumentó el número de
publicaciones periódicas, ideológicas y políticas. Se discutieron objetivos generales
del movimiento y se incorporó al realismo como opción de modernidad, ampliándose la
dimensión social y política de los partícipes de la "Renaixença" con la
intervención de sectores de la sociedad, principalmente de la alta sociedad.
Después de haber sido interrumpidos los Juegos Florales por la guerra civil, han vuelto a
resurgir a partir de 1978. La finalidad de estos certámenes poéticos anuales era
básicamente estimular a la gente joven para el cultivo de la literatura y la lengua
catalanas. Desde estos tiempos, se viene celebrando esta tradición y actualmente es,
quizá, una de las más importantes de Cataluña, hasta el punto de haberse extendido a
otras lenguas como el inglés y el castellano.
En 1996 esta tradición catalana se hizo internacional, dando un paso más para la
unificación de los pueblos en el mundo entero, hasta el punto de que la mítica rosa se
regalaba en Estados Unidos, Japón, Francia y otros países, cuando se compraba un libro.
¿Por qué este día?
El 23 de abril no es sólo famoso por la leyenda del noble Sant Jordi, sino que también
se conmemora la muerte de dos grandes escritores: CERVANTES y SHAKESPEARE.
Estos soberbios escritores han pasado a la historia por sus fabulosas obras, llegando a
ser un símbolo importante en sus respectivos países.
Una forma de reconocer el trabajo de estos genios era bautizando este día como el día
del libro, y así se hizo. En este día se venden libros por las calles en grandes paradas
organizadas. Mucha gente aprovecha este día, aunque habitualmente no lea, para comparar
un libro y disfrutar con él. Es una forma de animar a la gente a leer.
Además, esta jornada es muy buena para lanzar al mercado nuevas novelas, y muchos autores
la aprovechan y promocionan su último libro.
Por último, nada hay más bonito que el intercambio de rosa y libro entre enamorados.
Carlos Estrada
St. Paul's School, Barcelona
martes, 21 de abril de 2009
La verdadera anatomía del corazón
Este revolucionario descubrimiento fue obra del visionario y "genio incomprendido", según lo definen quienes le conocieron, Francesc Torrent-Guasp, un médico de Denia (Alicante).
El mérito de Torrent-Guasp es haber descrito la anatomía de la banda miocárdica ventricular y su función, según Francesc Carreras.
En síntesis, descubrió que el inicio de la diástole era el final de la sístole, es decir, que depende de la contracción ventricular y no es fruto de una relajación pasiva, lo que ya apuntó en la Revista Española de Cardiología en 1980.
Las modernas técnicas de imagen y estudios publicados por autores como Buckberg y este mismo año 2009 por Juan Cosín y Gharib Morteza confirman sus teorías, útiles tanto en terapias de resincronización cardiaca, como de miocardiopatías dilatadas y modelización cardiaca, área en que trabajan el San Pablo y otras instituciones.
La sorprendente banda miocárdica
En la imagen, se aprecia la correspondencia entre los diversos segmentos de la estructura del corazón y la banda miocárdica ventricular, una vez que ésta se despliega. El esquema es obra de Manuel Ballester, Francesc Carreras y otros autores...."

La cantidad de cosas que se aprenden en la sala de espera del médico...
Artículo de Diario Médico
lunes, 13 de abril de 2009
"Si, señores, siempre sabemos cuando quieren llevarnos a la cama" ESTHER BALAC
Son predecibles, pero creen que no nos damos cuenta. Me refiero a los hombres y a su actuar cuando quieren ir a la cama.
Juran que sus frases y actos son un culto a la originalidad, aun cuando todas sabemos que no son más que improntas masculinas colectivas, conectadas a la planta baja de su cuerpo.
Solo ellos se creen el socorrido "te amo" dicho a media jornada de habernos conocido, que por lo general no es otra cosa que el reflejo de un impulso hormonal. Es patético, señores, el insulso "eres la mujer que siempre quise tener a mi lado", con el que pretenden meternos bajo sus sábanas apenas unas horas después de conocernos.
Los sensores femeninos también perciben este propósito cuando el galán gasta en tragos toda una noche, mientras nos jura y rejura que nunca había sentido algo parecido por nadie y que el tiempo fue injusto con él, porque no le permitió conocernos antes.
Son capaces, en cumplimiento de ese objetivo, de cualquier cosa: esperarnos sin cansarse, visitar sin remilgos a nuestras mamás, aguantar sin chistar a nuestras amigas ruidosas y fingir que no se molestan cuando les pedimos que nos acompañen a comprar zapatos. Eso, mis niñas, no lo hacen gratis; siempre esperan una recompensa.
Que tire la primera piedra aquel que no haya echado mano de esta manida advertencia: "Tranquila, no va a pasar nada que no quieras", cuando, a punto de estallar, solo quieren que pase lo que ellos quieren. Señores, ahórrense esta bobada y entiendan que, desde los tiempos de Adán, cuando ustedes pronuncian la frasecita nosotras ya tenemos la sartén bien agarrada por el mango; mejor dicho, a esas alturas ya sabemos de sobra lo que puede pasar.
El "¿te duele?" es otra estupidez, no importa el tono en el que pregunten. Cuando la testosterona está en su punto, cumple con su función y eso no incluye preocuparse por el dolor de la humanidad y menos al borde de la cama.
Insisto: son tan predecibles. No crean, eso sí, que todo nos molesta; a veces es divertido verlos esforzarse para procurarse ese polvo que nosotras ya sabemos que tendrán o que nunca lograrán, así muevan cielo y tierra. Hasta luego.
ESTHER BALAC
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
domingo, 12 de abril de 2009
¿Es posible vivir hoy en día sin conocer la palabra "diazepan"?
viernes, 10 de abril de 2009
La Pasión del agnóstico
jóvenes y niños que no saben a qué responde eso de ir con unos palmones
a la iglesia. Dentro de unos años, esos mismos jóvenes irán de viaje a
la India o a algún país de mezquitas y no dudarán en quitarse los
zapatos y embelesarse con la espiritualidad de los pueblos lejanos. La
espiritualidad no es lo mismo que la religión. El espíritu forma parte
de una necesidad de depuración personal. Es buscar la soledad y
encontrar un momento de sosiego. Comparto con el compañero Josep Maria Espinàs
esa prevención ante todos aquellos que pretenden ir a buscarse a sí
mismos y que se van al desierto o a la cima de una montaña pensando que
su verdadero yo está precisamente ahí. Al igual que Espinàs, yo tampoco quiero buscarme, porque, en el supuesto de que me encuentre, ¿qué sucedería si nada de mí me gustase?
No nos buscaremos, pues. Pero sí vale la pena hacer un hueco a esa idea
del espíritu que, curiosamente, siempre tiene connotaciones tristes. A
la gran mayoría de gente que se declara agnóstica, la pulsión
espiritual siempre le sobreviene en momentos trágicos. La muerte de un
amigo, la sospecha de la enfermedad, el dolor de la injusticia. Es
entonces cuando los músculos se adormecen y no sabemos qué hacer en un
mundo que nos está escupiendo. Hay gente que, en estas circunstancias,
cambia de rituales y pretende encontrar la felicidad en una meditación
relajada, en el cansancio del cuerpo o en el proselitismo infantil de
iglesias nuevas con mensajes antiguos.
La verdad: no hace falta. El
espíritu es algo individual y no precisa de multitudes. A veces, la
espiritualidad se encuentra en un poema, que es, al fin y al cabo, la
destilación de la belleza de lo vivido. En Semana Santa, si
efectivamente queremos disfrutar de unos días distintos, más bien hace
falta huir de las multitudes, incluso de las multitudes de dos. Se
trata de buscar en las palabras el consuelo de aquellas pequeñas
sensaciones que iban carcomiendo nuestra conciencia y que, por fin,
hemos logrado identificar. El ser humano tiene una insistente tendencia
a la antropomorfización de lo que le rodea. De ahí que pensemos que los
animales piensan. De ahí que lloremos la muerte de una planta o que
ofrezcamos conciertos de Bach a las gardenias. Pero el supremo
gesto que nos eleva por encima de las bestias no es el pensamiento,
sino la posibilidad de ir a buscar nuestro espacio de soledad
voluntaria. Siendo sociales, seremos individuales. Siendo pragmáticos,
seremos quiméricos. Siendo artífices de la razón, nos dejaremos llevar
por el espíritu.
La Semana Santa para agnósticos no ha de servir
para abominar de las mitras y de las Copes. Solo los necios cuando
señalan la Luna miran el dedo. Son muchos los creyentes que están
ejercitando una fe de bricolaje, esa fe que no entiende de manuales de
instrucciones, sino que busca --con todas las dudas-- la presencia del
hombre en el mundo. Hundidos por las palabras de la crisis, estos días
serían los días óptimos para pensar en aquellos que viven en la crisis
permanente de la escasez y que todavía aspiran a que el sol salga por
el horizonte del oriente.
Pese a todo, dudo que exista el agnóstico
perfecto. Todo el mundo tiene una causa por la que luchar y una
tentación por vencer. Que estos días en los que la tierra tiembla y las
palabras nos confunden sean una manera de dar sentido a nuestra
irrenunciable pasión por vivir.
Joan Barril
"... El ser hu-mano tiene una insistente tendencia
a la antropomorfización de lo que le rodea. De ahí que pensemos que los
animales piensan. De ahí que lloremos la muerte de una planta o que
ofrezcamos conciertos de Bach a las gardenias. Pero el supremo
gesto que nos eleva por encima de los animales no es el pensamiento,
sino la posibilidad de ir a buscar nuestro espacio de soledad
volunta-ria. Siendo sociales, seremos individuales. Siendo pragmáticos,
seremos quiméricos. Siendo artífices de la razón, nos dejaremos llevar
por el espíritu..."
miércoles, 8 de abril de 2009
Miércoles, 7 de julio
Al fin me han librado de ésas correas que me mantenían inmóvil en la cama y después del desfile de enfermeras con la medicación, me permiten salir de ésta habitación que, durante los dos últimos días ha parecido más una cárcel que cualquier otro tipo de estancia.
Han abierto el régimen de visitas y ha podido venir a verme uno de mis hijos. Siempre he odiado esa mirada amarga que esconden sus ojos cuando me ven en éste estado. Supongo que no debe resultar agradable tener que venir a visitar a tu madre a éste lugar... Tampoco me agrada en demasía que vengan aquí, pero tengo que reconocer que siempre me da alegría ver a mis hijos.
Soy totalmente consciente de mi enfermedad, se que no es fácil convivir con una persona con un trastorno bipolar como el mío, pero mi familia jamás me ha entendido. Ellos nunca entienden nada.
La medicación que me dan en éste psiquiátrico es mucho más fuerte que la qué tomo yo normalmente y, cuando vengo aquí, todavía soy más consciente de que ésta enfermedad siempre irá conmigo y de que la medicación sólo me permite guardar las apariencias. Es como vivir atrapada; tener tu propio yo metido en un foso desde el que se puede ver la luz, pero desde el que resulta imposible alcanzarla. Le corta las alas al pájaro que tanto desea salir a volar.
El maldito litio no me deja pensar, ni siquiera recuerdo cual era mi personalidad antes de empezar a tomarlo.
Quiero vivir pero, el mundo no me deja. Quiero correr desnuda por mi casa si eso es lo que me apetece; sin que nadie crea que tengo una crisis. Quiero subir a la torre más alta y poder asomarme tranquilamente sin ver que una mano me agarra por temor a que me tire.
¿!Quiero vivir, es que nadie lo entiende!?
Si me dan los bajones, o los brotes depresivos como ellos los llaman, es porqué sólo tengo ganas de morirme, pero porque no se me permite vivir en libertad.
Se terminó otro día querido diario. Mañana volveremos a encontrarnos, o por lo menos eso espero, que éste es el único lugar en el que puedo ser yo.
jueves, 2 de abril de 2009
Como vivir con un cerebro y dos conciencias. Antonio Martinez Ron
El paciente B se abotona la camisa. Mientras su mano derecha coloca
los botones en los ojales, descubre horrorizado que su mano izquierda
lleva un rato luchando por hacer lo contrario. Desde hace unos minutos,
una mano abotona mientras la otra se dedica a deshacer el trabajo. No
es una pesadilla, es una alteración conocida como síndrome de la mano ajena, bien documentada por los neurólogos desde hace años.
En la casuística hospitalaria
es frecuente encontrar pacientes cuyas manos luchan literalmente “la
una contra la otra”. Una mujer capaz de estar diez minutos peleando
consigo misma por coger un sobre, un hombre que trata de pagar y cuya
mano izquierda vuelve a guardar el dinero cada vez que lo pone en el
mostrador, o un paciente que intenta abrir el periódico con la mano
derecha mientras la izquierda se lo cierra.
Con estos
síntomas, no es extraño que los afectados lleguen a pensar que son
víctimas de una extraña posesión demoníaca. Pero existe una explicación
física para lo que les sucede, y está en el cerebro.
La causa está en los daños producidos en una zona conocida como cuerpo calloso.
Una alteración seria en este haz de fibras que conecta ambos
hemisferios cerebrales, produce una falta de comunicación y una especie
de división de la conciencia: las dos mitades no se pasan los datos y
el paciente llega a actuar funcionalmente como una persona con dos
cerebros.
En algunas pruebas realizadas en laboratorio, se
tapan los ojos del paciente y se le dan objetos para reconocer con las
manos. Aunque el sujeto es capaz de reconocer perfectamente el número
cinco con su mano derecha, por ejemplo, cuando se le pide que anote el
resultado con la izquierda, se muestra incapaz de apuntar el número
correcto.
La mayoría de estos pacientes han sido sometidos a una operación para
tratar la epilepsia, consistente en separar los dos hemisferios
cerebrales cortando el haz de nervios que los mantiene unidos. Como
explica Javier Sampedro en Deconstruyendo a Darwin,
esta operación se puso de moda en la primera mitad del siglo XX para
los casos graves de la enfermedad. Aunque “los individuos que salían de
esta intervención parecían normales a todos los efectos”, un análisis
más profundo llevó a descubrir que algo había cambiado en lo referente
a su conciencia.
“J.D. Holtzman y M.S. Gazzaniga”, escribe Sampedro, “analizaron en 1985
a varias personas que habían sido sometidas a esa operación. Le
mostraron simultáneamente dos problemas visuales que tenían que
resolver: un problema a su ojo izquierdo y otro a su ojo derecho. En
estas condiciones muy artificiales, cada hemisferio cerebral sólo
percibe uno de los problemas. Lo increíble es que los pacientes no
tuvieron problema en resolver los dos problemas a la vez. Algo que no
podría hacer una persona normal. En una persona con los dos hemisferios
conectados por el cuerpo calloso, la consciencia es única y no puede
enfrentarse a dos problemas visuales simultáneos. Pero en los pacientes
con el cuerpo calloso seccionado, cada hemisferio forma una serie de
estados de consciencia independientes”.
En otras palabras, los pacientes son capaces de tener dos conciencias a la vez, “y no estar locos”.