Cada persona es un mundo y algunas incluso dos. Es sorprendente como a menudo nos encontramos con personas que niegan su propio ser estando vivas y muertas a la vez, no me refiero a que lo estén en todo su sentido, si no en situaciones en concreto... Las dos caras de una triste y alegre moneda a la vez. Totalmente vivos pero aparentemente muertos. Ese pensamiento me ha recordado el experimento de el gato de Schrödinger.
Uno de los experimentos más famosos de la ciencia jamás ha sido realizado. En 1935 Erwin Schrödinger, uno de los pioneros de la mecánica cuántica, imaginó lo siguiente: en una caja sellada se colocan un gato, un tarro de ácido prúsico (cianuro de hidrógeno), un átomo radioactivo, un contador Geiger, un relé eléctrico y un martillo. Si el átomo se desintegra, el contador Geiger detecta la radiación resultante y manda una señal que dispara el relé, que suelta el martillo, que rompe el frasco, con lo que el gato muere envenenado.
La clave del experimento está en que el proceso de desintegración del átomo es un proceso cuántico. La probabilidad de que el átomo se desintegre en un período determinado es conocida. Lo que no podemos es saber si se ha desintegrado en un momento dado y, por lo tanto, si el gato está vivo o muerto en ese momento; al menos hasta que se abra la caja. El animal existe en una “superposición” en la que está tanto vivo como muerto al mismo tiempo.
La intención de Schrödinger era esclarecer las paradojas del mundo cuántico. Pero la superposición existe realmente y es, por ejemplo, la base de la computación cuántica.
Buscando información al respecto me he encontrado con este artículo tan interesante...
"(...) El organismo que el equipo de Romero-Isart tiene en mente es el virus de la gripe. Habrá algún pedante que podría objetar que los virus no están realmente vivos, pero esa sería una argumentación más filosófica que científica, ya que tienen genes y son capaces de reproducirse, una capacidad que pierden si son dañados. La razón para escoger un virus es que es pequeño. La superposición de verdad (a diferencia de la del gato en la caja) es más fácil con objetos pequeños, ya que hay menos vías por las que puede romperse la superposición. Los físicos ya han puesto fotones, electrones, átomos e incluso moléculas enteras en este estado y medido el resultado. Desde la perspectiva de los investigadores un virus no sería otra cosa que una molécula particularmente grande, por lo que podrían usarse las técnicas existentes con éxito.
Aparte del tamaño, la otra cosa que ayuda a mantener la superposición es una temperatura muy baja. Cuanto menos se mueva y vibre algo debido a la temperatura (que es una medida del nivel de energía del sistema), más tiempo puede permanecer en superposición. Romero-Isart et al. proponen por tanto poner el virus dentro de una cavidad microscópica y enfriarlo hasta su estado de menor energía (su estado fundamental) usando un dispositivo llamado trampa láser. Esta ingeniosa técnica (que supuso el Nobel para sus inventores, entre ellos Steven Chu, actual secretario de energía de los Estados Unidos) funciona bombardeando un objeto con luz láser a una frecuencia justo por debajo de la que absorbería y reemitiría si estuviera estacionario. Esto ralentiza el movimiento, y por consiguiente la temperatura, de sus átomos hasta una fracción de grado por encima del cero absoluto.
Una vez que eso esté hecho, otro pulso láser empujará el virus de su estado fundamental a un estado excitado, de la misma forma en que un sólo átomo se excita moviendo uno de sus electrones de un orbital más bajo a otro más alto energéticamente. La clave del experimento está en la aplicación de este pulso láser, si se hace adecuadamente dejaría el virus, según los autores del artículo, en una superposición de sus estados fundamental y excitado.
Para poder llevar a cabo el experimento el virus elegido debe reunir ciertas características físicas. Deberá ser un aislante y transparente a la luz láser que deberá aplicarse. Y además debe ser capaz de sobrevivir en el vacío. Esos virus existen. El virus de la gripe es un ejemplo. Su resistencia es legendaria, puede sobrevivir a la exposición al vacío, y parece ser que es aislante, razones por las que los investigadores lo han escogido. Si el experimento funciona con un virus, esperan reproducirlo con algo que, indiscutiblemente, está vivo: un tardígrado.
Los tardígrados son poliextremófilos y son capaces de sobrevivir en entornos extremos que matarían a cualquier otro animal. Algunos pueden sobrevivir a temperaturas a décimas del cero absoluto, a temperaturas tan altas como 151ºC, a 1.000 veces más radiación que un humano, a cerca de un año sin agua e incluso al vacío del espacio.
A Schrödinger seguramente le habría hecho mucha gracia saber hasta qué extremos llegaría su jeu d’esprit."
Desde que estoy estudiando en profundidad la biología, los virus me llaman mucho la atención, son transportadores de información tremendamente resistentes, capaces de replicarse con facilidad usando un huésped. Son realmente interesantes la infinidad de debates que existen sobre si son seres vivos o no.
De todos modos no voy a entrar hoy en detalle en cuanto a los virus -me dejo el 'debate' pendiente- lo que verdaderamente me alucina es la asociación de pensamientos que podemos llegar a tener en un momento. Empiezas pensando en dos estados y terminas hablando de virus de una forma tan natural. ¿A quién no le ha ocurrido eso alguna vez?
Siemrpe buscamos explicaciones. La inabarcabilidad de la tan lógica mente humana pide abstracciones a gritos, modelos que no hacen más que recortarle un pedacito al Universo y ofrecérnoslo para que quizá, sólo quizá, podamos entenderlo un poquito más. Los seres vivos estamos formados por sistemas complejísimos, de lo más ingeniosos y que siempre mantienen una lógica absoluta con su entorno. Cuando no se les entiende, cuando se piensa en ellos como faltos de sentido, bueno, es que algo estamos mirando mal, algo se nos está escapando.
Precisamente hace poco estaba hablando con alguien sobre este mismo tema. Sobre la vida, lo que es científicamente. Fue a raíz de la lectura del libro de Bill Bryson ‘Una historia de casi todo’ (que aprovecho para recomendar). En el libro se asegura que un virus es un ser que está muerto y que necesita de otros seres para ‘resucitar’, para vivir y para reproducirse. Utiliza el ADN de las células humanas para poder reproducirse. Pero en cuanto lo hace está muy vivo. Incluso lo suficiente como para provocar la muerte de todo el ser vivo que le ‘acoge’. Ante este planteamiento lo que yo me pregunto es si realmente tenemos bien definido lo que es la vida. ¿Se podría establecer que existiría un estado potencial diferente de la vida y de la muerte en que hay seres que parecen muertos pero no están? Evidentemente eso no sería aplicable a la mayoría de seres vivos ‘visibles’ que conocemos, pero sí a los microscópicos. Podría cambiar el concepto de vida de ser algo absoluto a ser algo más relativo, de manera que haya seres que estén a la vez vivos y muertos, aplicando las leyes de la incertidumbre de los átomos, estando a la vez vivo y muerto, como el gato del experimento; relativizando la idea absoluta de vida, incluyendo estados que por lo general no se consideran científicamente ‘vida’. Quizás esa ‘vida’ que buscamos en el espacio, fuera de nuestra tierra lo tenemos ante nuestras propias narices pero somos incapaces de verlo porque nuestro paradigma sobre lo que en realidad es la vida está, simplemente, mal definido.
ResponderEliminarYo creo que la vida es como unas fichas de dominó colocadas en fila, en las que unas van tirando a otras... me explico... es el principio de "acción" y "reacción"... por ejemplo los virus necesitan la "acción" o los movimientos de los seres vivos para "reaccionar" y así reproducirse... creo que desde que existe la vida ese principio de "acción y reacción" existe igualmente. La cuestión es que es lo que generó esa primera "acción" desde que existe el universo como tal y que no ha parado hasta nuestros días... Algún día, quizá dentro de unos cuantos eones, seremos capaces de entenderlo, pero hoy en día e incluso dentro de un futuro cercano lo veo imposible... yo lo veo igual que el virus que se reproduce dentro de un ser humano... sabe inconscientemente que dentro del ser humano vive y se reproduce, pero nunca llegará a imaginarse la complejidad de su situación para su propia superviviencia... Poniéndonos trágicos diría que la humanidad es como un virus para el planeta Tierra... sólo espero que nunca descubra la vacuna para erradicarnos...o sí...?
ResponderEliminarEn mi opinión la vida no es otra cosa que una más de esas abstracciones que necesitamos los humanos para explicarnos a nosotros mismos el universo que nos rodea. Esas abstracciones solo son limitadas concepciones de la realidad que por definición, limitan la misma, y en sus limites nos encontramos dudas y debates. Esta un virus vivo? La solución radica en la imperfección de la definición de vida y en nuestra necesidad de clasificar y etiquetar todo en grupos cerrados y claramente definidos. Supongo que así se nos hace a todos una vida aparentemente mas sencilla y segura. Lo desconocido asusta.La vida es parte de un proceso. Todo es un proceso continuo. La vida es una delicada y complejisima ordenación de la materia que permanece en un delicadisimo equilibrio dinámico durante un tiempo, antes de que el proceso físico-químico se acelere y se descomponga en energía y residuo material. En un momento dado, en unas condiciones concretas, determinadas moléculas se unieron siguiendo eternas e inflexibles fuerzas físicas para dar lugar a moléculas mas complejas, que con ayuda del tiempo y las leyes del universo crearon aminoácidos, y a su vez, por combinación de estos, ADN. El ADN es la definición del ser, que es moldeado por la evolución, es decir el tiempo y el entorno bajos las mismas leyes de la física.La complejidad de la vida fue en aumento, pero la base sigue siendo la misma. Materia y tiempo en un proceso dinámico constante. Al fin y al cabo, la vida, y por extensión, el ser humano, solo es una ordenación casual y concreta de la materia.
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