Que seguirás estando,
¡qué existes!.
Eso, no puedes quitármelo...
Seguiré respirando -por ahora-, cobijándome en los brazos de cualquiera, buscaré el sentido a aquello que no lo tiene como mero pasatiempo y llenaré mi vida de montones de cosas absurdas tratando de llenar el vacío, un vacío que tiene el nombre de tu ausencia aunque, paradójicamente, ésta, me ha llevado de la mano durante más tiempo que la ausencia de la propia ausencia.

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