lunes, 27 de agosto de 2012

Fantasía recurrente...

... Una bañera llena de agua, una copa de vino blanco; afrutado y dulce pero... ¡tan amargo!... Rivo... Agua excesivamente caliente, utensilios a mano e ideas recurrentes, martilleantes...

Zbigniew Preisner inunda de melancolía la estancia... 

Puedo sentir el lamento de mi piel al contacto con el agua a punto de ebullición... Quiero sentir como se retuerce cada poro de mi piel... Me decido por una lectura en la que la protagonista relata la relación con su cuerpo...
¡Se me ocurre algo! 

¡Designio!... El dolor es la única realidad... De nuevo ese pensamiento en mi cabeza...

Froto con fuerza mi piel con un cepillo... ¡no es suficiente! ¿con las uñas? ¿la cuchilla?

Uhmmm... Puedo sentirlo... Esto es real...

Pienso que si voy a abandonar este cuerpo, debo hacerlo ¡a lo grande!... Arranco todo el pelo de mi cuerpo... ¡todo! "Toda esa importancia por la belleza femenina... Nos empeñamos en estar siempre perfectas... Delgadas, atléticas, depiladas... la delgadez y la tonificación no me acompañan... pero la depilación total del modo más desgarrador... ¡Eso si puedo conseguirlo!... ¿Serán capaces de entender la ironía que recae en este acto?... ¡No lo creo! Estúpida humanidad..."

El agua se tiñe de rojo... Simbólico... Se dibuja una sonrisa en mi cara...

Puedo seguir sintiendo el ardor del agua... Sumerjo mi cabeza en ella... ¡Un momento de paz! Solo puedo oir mi respiración... dejo la nariz y la boca fuera del agua para poder respirar con facilidad... Adoro el sonido de mi respiración bajo el agua... Creo que hasta me excita...

Abro los ojos debajo del agua... Rojo aguado... Sonrío de nuevo...

Acaricio mi piel... Me despido de cada rincón de mi cuerpo... caricias con tacto de heridas sangrantes... Dulce paraíso...

¡Otro sorbo de vino!

Zbigniew Preisner; Lacrimosa...

¡No podría haber un mejor momento que este! Es una señal...

Quiero sentir como el agua teñida con mi sangre anega mis pulmones...

Ato mis pies, después realizo la misma operación con mis manos... detrás de la espalda... me inclino en el borde de la bañera y boca abajo, me introduzco de un torpe salto...



¡Sonríe Alice! 

Puedo sentir como se termina el aire que hay en mis pulmones... Seguido de unos agónicos pero, los más dulces minutos de mi existencia... Los últimos... ¡Qué ironía!...

Ya no puedo sentir nada... Absolutamente nada... Ni siquiera vacío...

Solo...

La nada...

jueves, 16 de agosto de 2012

Náusea



Pesar, aflicción, melancolía, quebranto...

¡Despojos!. 

Vómito del vómito... Regurgitación que se clava en el garguero cuan espina. 

Mierda de la misma mierda para la que, a éstas alturas, sobran las palabras o, quizá lo único que queda son residuos de palabras ya expresadas, cuando, en ocasiones puntuales, el arte de recitar ha anegado los poros de los mismos dedos que aporrean ahora las teclas.

El cerebro se niega a asimilar que este será el semblante y la disposición del resto y para el resto.

Vesania, ambages, demencia, furia... 

¿y ahora?... 

¿y después?...