Una lucha interna que se exterioriza como ¿locura? tal vez como... ¿extremada cordura?
En la tranquilidad de esta cueva parece estar todo realmente agitado, algo aflora a la vez que aclaman su extinción; todos contra todos, uno abalanzándose a una muerte segura. Razón o piel.
La suave brisa me distrae. Siento como se eriza mi piel.
¡No, no quiero sentir! Debo concentrarme en el pensamiento, es lo único que puede aherrojar al sentir.
Unzo mis neuronas al yugo imaginario que atrapa esta enajenación para que no me permitan ver nada más.
Pero... ¿de qué preocuparse?... -me pregunto aprehendiendo hasta la extenuación 'mi yugo'.-
¡De nada!... ¿por qué preocuparse? ¡Por todo!
Vida como etapa... y ésta ¿con todas sus etapas?
¿Cordura cómo perfección? ¡Locura cómo vicio!
Vesania, me adentra en el imparable absurdo que me sorbe. Cuando sueño contigo... ¿soñarás tú conmigo?. Si un puñado de estrellas temporarias (pero, ¿de verdad no te das cuenta de ese esplendoroso brillo? Búscalo, todavía permanecerá por un tiempo) abrigan una lluvia de estrellas... ¿una estrella fugaz es una lágrima?
Si así fuere... ¿será por mí, que lloran?
Lo sabes; lo sé todo pero no hay forma de tomar la decisión de dar el paso. Me aterra caer en una trampa de la que nunca podré salir. Y así nos quedamos... Impasibles y callados esperando a que sea demasiado tarde.
¿Has sentido ésta supernova? Dime que sí, y estaremos destinados a encontrarnos...
Si la vida fuese justa, no estarías conmigo. Estarías junto a mí.