lunes, 22 de diciembre de 2008
El día nacional de la salud
domingo, 21 de diciembre de 2008
Despedir-se
les taules on fa temps que no menjo ni escric.
He tret els quadres i he pintat els murs
per esborrar les marques de tants anys.
He guardat alguns llibres. Sé quins són.
He destruït cartes d'amor.
Silenciosos, els amors
ara són icebergs errants del pensament.
Sense racons per a la por, la casa
m'ha despullat els ulls. Ni l'esperança
pertorbarà l'última mort.
No hi ha cap altra casa pels qui estimo.
Joan Margarit
lunes, 15 de diciembre de 2008
El día menos pensado.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Por de tindre por
Perquè costa molt tirar endavant amb una mica de coratge, tenint en compte l’esforç mediàtic per acollonir-nos. Fascinant la psicologia humana que converteix un incident en un drama i aquest en una tragèdia grega, on tothom mor al final.
Jo vaig néixer en la postguerra, em vaig casar en la crisi del petroli, divorciar en temps de la dels 90’s i aquesta ja la veia venir fa temps.(La crisi, no el divorci)
No em ve de nou vull dir. I ja no m’hi amoïno, que els rics sempre seran rics i això em dona confiança i tranquil·litat. Clar que parlant per mi, i tenint en compte que formo part d’aquestes anomenades classes subalternes, no tinc gaires raons per mirar el futur amb optimisme. I si escolto totes les informacions del carrer o dels mitjans, les xifres de l’atur tornen a ser altíssimes i ningú té un punyetero euro per comprar-se res i tot està molt car,el menjar sobretot.
I és aleshores quan t’agafa la por. Por de ser pobre, de passar gana, de no tenir una llar on dormir encara que hipotecada, por de si podràs sobreviure. Por, simple por i aquesta por paralitza la ment i encongeix el cor.
No sóc gaire valent. Per això em fa por que se m’encomani la Por, aquesta por que es com una malaltia contagiosa. Tinc veritable por de tenir por.
Qüestió de supervivència.
Miquel Colomer
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martes, 2 de diciembre de 2008
viernes, 7 de noviembre de 2008
Leer para vivir
Óscar Tulio Lizcano, víctima de la guerrilla colombiana, acaba de rendir un inaudito testimonio de la forma en que los libros preservaron su dignidad. En la clínica de Cali donde se recupera de ocho años de privaciones como rehén de las FARC, habló de la selva donde perdió 20 kilos, pero no la lucidez. De los 50 a los 58 años vivió agobiado por las enfermedades, la desnutrición, las humillaciones de perder todo sentido de la privacidad. Para conservar la cordura, clavó tres palos en la tierra y decidió que fueran sus alumnos. Lizcano les enseñó política, economía y literatura. Como tantos maestros, se salvó a sí mismo con la prédica que lanzaba a sus perplejos discípulos. Un comandante vio el aula donde los palos tomaban lecciones y decidió pasarle libros. Lizcano leyó a Homero y seguramente admiró la desmesura de Héctor, que desafía al favorito de los dioses. "La poesía me alimentó", ha dicho el hombre cuya dieta material era tan ruin que se veía mejorada por un trozo de mono o de oso hormiguero.
En las cárceles, las dictaduras, el exilio y los hospitales otros lectores han encontrado un consuelo semejante. Aunque el fin de los libros se anuncia con frecuencia, los desastres del mundo refrendan su importancia. "Soy un optimista de la catástrofe", ha dicho George Steiner a propósito de la vigencia de la letra. Cuando el viento sopla a favor, la gente duerme la siesta. En los momentos de prueba y las horas bajas, busca el auxilio de un libro. (...)
martes, 4 de noviembre de 2008
El punto de equilibrio
jueves, 23 de octubre de 2008
Elogio a la locura
jueves, 9 de octubre de 2008
No te quejes de tu suerte
Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas, sin eliminarlos, morirán.
Aprende a nacer desde el dolor, y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejaras de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino. Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida; ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda